Por motivo del lanzamiento del poemario “Sombras a la luz”, de la autora cubana Rosabel Pi, me reuní con ella y conversamos largo y tendido en un interesante encuentro.
Bell (así le decimos los que la conocemos), tiene 24 años y se dedica de lleno a la medicina y escritura. Ambas son sus pasiones (o como ella les dice: estilos de vida).
Empezó a escribir desde muy pequeña.
Ha ganado varios concursos literarios con sus poemas y cuentos.
Recientemente, ha publicado su poemario “Sombras a la Luz”, y hoy nos va a contar sobre él y otros detalles interesantes de su vida y pluma.
¿Nos acompañas a conocerla y a descubrir su mundo literario?
Escribes poesía y cuentos desde muy pequeña e incluso has ganado algunos premios significativos. Tengo mucha curiosidad sobre ello: ¿de dónde llegaba la inspiración siendo tan niña? ¿Conservas aún esos escritos? ¿Qué significaron para ti esos distintivos?
Desde niña se comenzó a notar en mi inclinación por las letras, en aquel entonces mis escritos se centraban completamente en la naturaleza, el ahorro de agua, la contaminación ambiental, los animales; creo que estuve muy influenciada por la asignatura “El mundo en que vivimos”, donde nos explicaban las cosas básicas de la biología.
Lo otro que me inspiró fue la política, a temprana edad nos hablaban de la revolución y yo la proyectaba en lo que escribía.
También pertenecí un tiempo a un grupo de teatro y en el supe de muchos concursos políticos y medioambientales, participé en varios y obtuve premios que eran, la mayoría de las veces, reconocimientos y libros que todavía conservo.
Los textos no los tengo, mi familia siempre se interesó en que mis estudios no se vieran afectados por nada, con el fin de que estudiara una carrera universitaria, producto de ello tuve que dejar el teatro y cada vez que cambiaba de escuela destruía todo rastro de escritura; hoy me arrepiento, pero así fue en aquel momento.
Mis primeras obras fueron importantes, pero no considero que les confiriera la importancia que ahora les confiero, estamos hablando de cuando tenía diez años, no estaba consciente de lo que hacía; para mí escribir era de lo más normal.
Mi madre me dice que cuando era niña jugaba con hojas y lápices, esos eran mis juguetes.
En cierta ocasión, me asignaron un viaje a un campamento de pioneros por uno de mis escritos, tenía 12 años, a partir de entonces comencé a sentirme bien con lo que hacía y a practicarlo aún más.
¿Quiénes son los referentes más relevantes de la poesía que han influido en tu escritura?
Mis primeras experiencias en la poesía fueron de la mano de José Ángel Buesa. Recuerdo que con 13 años leí por primera vez el poema “Este domingo triste” y quedé maravillada con su rima y su sentir. Gracias a ello comencé a confeccionar una libreta de versos que incluían muchos de los suyos y parte de los míos, ya no guardo estos por lo que explicaba anteriormente.
Otro escritor relevante en mi niñez fue Pablo Neruda con su exquisita poesía, igualmente Nicolás Guillén con su libro: “Por el mar de las antillas anda un barco de papel. Poemas para niños y mayores de edad”.
Ya en el preuniversitario conocí las letras de Charles Bukowski, me impactó su rudeza, su manera de hablar sobre la realidad sin que le temblara el pulso, además, me encantó su estilo. En ese momento aprendí a escribir solamente lo que sentía, pensaba y quería, dejando a un lado lo que las personas quisieran leer o lo que fuera más conveniente. Creo que Bukowski fue la influencia más importante que tuve a lo largo de mi vida.
Hasta este punto escribía poesía consonante y versos de arte mayor que entonces ignoraba que lo eran; pero leí a Bécquer y comencé a indagar en los versos libres.
Luego de esto he leído a muchos poetas que me han aportado detalles para crear mi propio estilo, pero fueron ellos los de mayor relevancia, sin dejar de lado al maestro Joaquín Sabina, otro rebelde sin causa con el que me identifico. He buscado como siempre de la poesía, pero solo en poetas que escriben lo que sienten, ha sido el caso de Carlos Kaballero, Nerea Delgado y Sara Bueno.
En la actualidad te dedicas a la medicina, pero también escribes, ¿cómo confluyen en tu vida estas dos profesiones tan dispares?
Como yo digo siempre, la medicina y la escritura no son profesiones, son estilos de vida, dependes completamente de las exigencias de ambos para organizarte, y la verdad es difícil encontrarme entre dos estilos tan demandantes.
La ciencia prueba cosas que la poesía no entiende, a veces me encuentro escribiendo de un corazón que siente, de un alma, o de un amor corriendo por las venas, cuando sé que no es así. Entonces me es difícil desde todos los puntos de vista; cuando escribo tengo que olvidarme de la medicina y cuando trabajo, olvidar que soy escritora. Son dos personalidades distintas que convergen en mí.
¿Cuáles son los temas más relevantes que incluyes en tu poesía?
Como antes decía, los temas de mi niñez fueron sobre la madre naturaleza y la política, luego en mi adolescencia me centré primeramente en la amistad y luego en el amor, estos dos se dieron la mano durante años. En esta etapa nació mi primera novela “Amor entre amigos”, solo tenía 14 años, pero recuerdo de qué trataba y que tenía setenta páginas.
Como mi vida fue pasando por diferentes momentos, los temas principales también variaron, eran entonces la familia, el desamor, la depresión; y así en dependencia de lo que estuviese sintiendo iban surgiendo las ideas.
Actualmente, escribo sobre el amor, el desamor, los animales, la tristeza.
Mis versos tienden a estar cargados de tristeza, me he dado cuenta que es un tema donde me siento cómoda, de tal forma que me cuesta trabajo escribir finales felices; quizás tenga un componente psicológico, la verdad aún no lo sé.
Producto de mi carrera también he escrito mucho sobre medicina, lo inexorable de la vida; y hasta un punto, que en algún momento puede llegar a ser patológico, sobre la muerte; quizás es que enfrentarse a ella diariamente hace sus estragos.
¿Qué crees que ofrece la poesía frente a la narrativa?
La poesía es magia, yo no logro controlarla, ella siempre aparece y me provoca momentos de inquietud, tengo que correr a escribirla, son los sentimientos más urgentes que nacen; por eso considero que si alguien quiere saber puramente lo que yo siento o sentía debe leer las poesías, allí está todo sin tapujos.
Ella no me da tiempo ni de pensar, solo muevo mis dedos y muchas veces no soy consciente de lo que estoy escribiendo hasta que termino y lo leo.
Generalmente lloro cuando escribo, no puedo evitarlo, y la liberación que siento a través de la poesía es increíble. Creo que para todo poeta es su máxima expresión de libertad.
La narrativa la adoro, me gusta incursionar en ella, pero lo hago desde otra perspectiva, con más calma, ordeno bien las ideas y me siento a escribir. En cambio, la poesía te ofrece ser tú en el momento preciso en que lo eres, así de simple.
Sabemos que escribes en la revista “Retazos Literarios”, cuéntanos un poco de esta experiencia.
La revista ha sido muy importante, allí he conocido a otros escritores con ideas completamente diferentes y he encontrado infinitos estilos de escritura.
También estar de la mano de una persona que sabe lo que quiere y te enseña a ir por ello tiene gran relevancia, estoy hablando de Narendra Beaujolais, cordinador de la revista. Ha sido muy gratificante estar constantemente en proyectos literarios, sobre todo para mí, que no me dedico completamente a escribir, me ha ayudado mucho en mi crecimiento como poeta.
"Retazos Literarios" es un colectivo artístico en constante crecimiento que estoy segura, se le vienen grandes cosas en un futuro.
¿Consideras indispensable la rima y la métrica al momento de escribir?
Al momento exacto en que escribo, no, pero a la hora de acabar un escrito siempre intento que cuando es un verso libre mantenga una asociación entre las palabras que denote un poco de rima, creo que de esta manera se hace más amena su lectura y la verdad es que adoro escribir así.
Cuando escribo, todo es un caos, pero cuando me siento a darle forma al desastre no me gusta perder la rima si de poesía se trata. La métrica es importante, sobre todo para dar un toque de uniformidad y organización al texto, si no son versos libres.
En mis poemas pueden encontrarse versos tanto de arte menor como mayor.
En fin, la métrica y la rima siempre van a ser significativas, de ello nos damos cuenta cuando apreciamos su correcto uso en un poema, cuando las palabras fluyen y le dan esa magia que necesita, sin que se pierda el hilo del mensaje.
¿Cuántos libros has escrito y cuántos has publicado?
Actualmente, tengo cuatro libros de poesía, el primero fue “Sombras a la luz”, luego “Reflejos de un espejo roto”, “Susúrra(me)”, y “11:11, la hora de los deseos”.
En estos momentos estoy trabajando en una novela y culminando mi quinto libro "Meraki Tanttak", letras que nacen del alma.
Publicados tengo uno, “Sombras a la luz”, mi hijo predilecto, como le digo, porque es el primero y, por tanto, el más querido, y “Susúrra(me)” que posiblemente se esté publicando dentro de poco.
¿Qué temáticas abordas en tu poemario "Sombras a la luz"?
En “Sombras a la luz” abordo temas muy variados: el amor (por todas las cosas que merecen ser amadas), mi familia, mis amigos, los animales, la medicina, la pareja y el desamor. La tristeza y la depresión que me acompañan están presentes, y se pueden encontrar anécdotas de algunos momentos de mi vida.
La luna es otro tema, soy una amante de la luna y las estrellas, la astrología, allí se evidencia. El amor propio también, la autodestrucción que vamos provocándonos sin medir las consecuencias y cómo podemos revertirla sin dejar de tener en cuenta que nunca vamos a recuperarnos completamente porque las cicatrices existen.
¿Cómo definirías a tu poemario "Sombras a la luz"?
“Sombras a la luz” para mí es una puerta, una puerta a aceptar todo lo que me ha tocado vivir y las sombras con las que me enfrento cada día, son lecciones de vida para emprender un nuevo camino donde me quiera un poco más y no esté dispuesta a que me hagan daño fácilmente.
Para los lectores, "Sombras a la luz" es una llave, que les puede abrir muchas puertas, todo está en dependencia de las que ellos estén dispuestos a cerrar en su pasado. Es una muestra de que no están solos, de que otras personas también sufren; un pedacito de mi vida que les puede servir para completar parte de la suya o darle el curso que necesitan. Con mucho amor se los dejo esperando que sepan utilizarlo.
¿Qué consejos les darías a los jóvenes que comienzan a escribir poesía?
A los jóvenes que están comenzando les aconsejaría que busquen la poesía, que lean mucho para que les aporte técnicas de redacción.
Si tienen la oportunidad de estudiar sobre la métrica y la rima, que lo hagan, y sobre todo que escriban, aunque sea un poquito cada día, pero que no dejen de hacerlo. Les aseguro que la poesía tiene infinidad de cosas que ofrecer, es un rinconcito cálido donde abrigarse cuando la vida se pone fría. No la dejen de la mano, no la suelten.
A la poesía hay que amarla para que devuelva todo ese amor, busquen de ella todo el tiempo, y busquen de Dios sabiduría, para que tengan dos armas potentes en sus manos con las cuales crear.
¿Dónde podemos adquirir tu poemario Sombras a la luz?
“Sombras a la luz” está disponible en Amazon Books en formato impreso y digital. También pueden localizar algunos de mis escritos en mis redes sociales, pueden encontrarme como Bell Pi.
Queridos lectores, ¡muchas gracias por leernos y llegar hasta aquí! Espero la hayan pasado tan bien como Bell y yo.
Los invito a emocionarse con “Sombras a la luz”.
Pueden leer la versión digital haciendo clic aquí.
La versión impresa la adquieren dándole clic aquí.
Los invito también a visitar el blog de Bell y sus redes sociales, para mantenerse conectados con ella.
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